Quien haya pasado partidas enteras de Monopoly tiene anécdotas divertidas compartidas con su familia y amigos, después de haber quedado en quiebra o ganar una fortuna y vivir como un magnate de los hoteles. Ya sea si hayas ganado o perdido, la experiencia de este popular juego es única.
Si es tu primera vez, a continuación algunos trucos para que no lo pierdas todo en los primeros turnos y seas uno de los últimos.
Qué es el Monopoly
Como su nombre lo indica, es un juego de mesa cuyo propósito es fundar tu propio monopolio de bienes e inmuebles. Se necesitan mínimo 2 y máximo 8 jugadores, quienes se convierten en administradores con estrategias para aprovechar el azar de los dados y evitar caer en bancarrota mientras se compran terrenos, casas y hoteles en la ciudad de los monopolios.
La diseñadora de juegos y política estadounidense Elizabeth Margie inventó y patentó en 1904 «El Juego del Propietario», el precursor del tablero actual. Lo hizo para denunciar los peligros del uso monopólico de los bienes.
En 1935, el vendedor de calefactores domésticos Charles Darrow, diseñó la versión de Atlantic City del juego y lo bautizó como Monopoly, en medio de la Gran Depresión en los años 30 en Estados Unidos. En la actualidad, es uno de los juegos de mesa y estrategia más populares, comercializado por Hasbro, que ha diseñado tableros con los nombres de las calles y avenidas de las principales ciudades del mundo.
El Libro de los Records Guinness declaró Monopoly como el tablero más jugado en el mundo hasta 1999, por aproximadamente 500 millones de usuarios en el globo. Su popularidad ha llegado incluso a empresas como Disney, Mc Donalds y Paramount a lanzar ediciones especiales del Monopoly para promocionar sus productos y películas.
En la versión clásica, los competidores mueven sus fichas por turnos en sentido del reloj, según lo indicado por el par de dados. Hay varias opciones: comprar las propiedades si no tienen dueño o pagar una cuota cada vez que pasa por la misma casilla a modo de alquiler. Así como en la realidad, el banco regula las subastas y la compra y venta. Hay tarjetas agrupadas en dos:«Suerte» y «Caja de Comunidad», en donde tienes la oportunidad de recibir dinero fortuito o la mala suerte de pagar un nuevo impuesto.
Hay bienes que son muy codiciados porque tienen el valor de la renta alto, si tus compañeros pasan por ese lugar varias veces, es posible que queden en la quiebra. Algunos de ellos son los 4 ferrocarriles y los servicios públicos como el agua y la electricidad porque al llegar a ellas, debes lanzar a los dados y tendrás que doblar o triplicar el valor, según la versión del Monopoly, que estén jugando.
Si te has quedado sin dinero en efectivo, tendrás que iniciar la hipoteca de todas tus propiedades en el banco hasta que puedas recuperarte. Si no lo haces, estás en peligro de declararte en bancarrota y perder. Al final gana el último jugador que se haya quedado con la mayoría de las casas y hoteles. Este entretenido juego puede durar varias horas debido a la interacción y negociaciones entre los socios.
Reglas del Monopoly
Al comprar tu Monopoly, tu caja debe contener los siguientes accesorios:
- 10 fichas de jugadores y 2 de repuesto.
- 28 tarjetas de propiedades.
- 1 fajo de billetes, que reparte el banco.
- 32 casas en miniatura.
- 12 figuras de hoteles.
- 2 dados.
- 1 tablero.
- 16 tarjetas de «Suerte».
- 16 tarjetas de «Caja de Comunidad».
Sobre la mesa se ordenan las casas y los hoteles y las tarjetas se deben barajar y disponer boca abajo. Las fichas de los jugadores se colocan en la «Salida». El banquero debe entregar a cada jugador una cifra de dinero que indica el manual de instrucciones. La versión clásica del juego establece que la cifra inicial es de 1.500, que se debe entregar a cada jugador, distribuido de la siguiente manera: 2 billetes de 500€, 4 billetes de 100€, 1 billete de 50€, 1 billete de 20€, 2 billetes de 10€, 1 billete de 5, 5 billetes de 1€.
Para iniciar, los participantes lanzan los dados. El que saca la denominación mayor, es el que comienza el juego y el siguiente es el que se encuentra a su lado izquierdo. En cada turno, los socios tienen varias opciones según lo que determina el azar y el lugar en el que caigan: comprar nuevas propiedades, pagar la renta si cae en el terreno de otro dueño, escoger tarjetas, ir directamente a la casa, entre otros. Cada vez pasas que por «Salida», cobras 200€, que el banco debe pagarte.
Por ejemplo si caes en un servicio público, tienes que pagar al dueño 4 veces el valor de lo que dice la propiedad, pero sí la persona tiene en su poder ambos servicios, el pago es por 10 veces del precio que indica la tarjeta.
Hay varias maneras en las que puedes caer en la cárcel: llegar a la casilla «Ve directamente a la cárcel», una de las tarjetas de la Suerte o de la Comunidad te indica esta misma instrucción o sacas tres veces dobles, en un mismo turno. Vale destacar que cuando obtienes un doble, debes lanzar nuevamente los dados.
Para salir de prisión, puedes comprar tu libertad por 50€ en el próximo turno, mostrar la tarjeta «Quedas libre de la cárcel» o esperar los respectivos 3 turnos y antes de mover tu ficha. Tienes que entregar 50€ como multa de salida.
Cada suelo tiene un valor que aumenta a medida en que se construye las propiedades: para construir casas, tienes que tener en tu dominio todas las avenidas del mismo color. Solo después de construir 4 viviendas, tienes la oportunidad de levantar un hotel. El juego no tiene un límite de tiempo, tu duración va a depender de tu capacidad de negociar con los demás socios y por supuesto, evitar caer en bancarrota y que el banco te quite todos tus bienes.
Consejos para jugar al Monopoly
Es importante señalar que este juego de mesa no es un medio para apostar o ganar dinero real, es una forma de entretenimiento grupal para pasar un rato agradable y diferente con la familia y amigos. Por eso, se intercambia con billetes de juguete y el espíritu es de sana competitividad.
Considera algunos datos: 7 es el número que tiene mayor probabilidad, siendo el 2 y el 12 los menos frecuentes. Con el Monopoly, aprendes a administrar tu dinero. Antes de comprar una nueva propiedad, verifica su valor y si realmente vale el esfuerzo adquirirla en ese momento. Los expertos aconsejan comprar la mayor cantidad de propiedades, al inicio. No obstante, no lo hagas sin una estrategia previa.
En la modalidad clásica, las avenidas Mediterránea y Báltica son las menos frecuentes y el valor de ganancia es baja, al contrario de las de color anaranjado. Tienes varias alternativas: acumular el mayor cúmulo de propiedades de bajo valor de alquiler, o solamente adquirir los ferrocarriles más los servicios públicos o solamente contar con pocos terrenos, pero con importes altos.
Por probabilidades, el recuadro más utilizado es la cárcel, la avenida Illinois de color rojo y el ferrocarril B&O.
Recuerda que entre mayores propiedades dispongas, tendrás material más valioso para negociar. Este tipo de juego requiere de audacia y un poco de temeridad, los jugadores que esperan generalmente pierden oportunidades y suelen ser los primeros en quedar en bancarrota. En las primeras rondas, suele ser una etapa de exploración, no desaproveches de comprar.
Este juego puede ser una manera muy entretenida de enseñar a tus hijos el valor del dinero y la manera de cómo administrarlo. Hoy en día, se encuentran versiones online muy didácticas y atractivas, aunque el encuentro y la experiencia cara a cara con los demás jugadores, es insustituible.
Estrategias de ganadores
Los trueques suelen ser los momentos más interesantes del juego porque es la prueba de fuego para probar tu capacidad de negociación y habilidad de empresario. Otra recomendación es evitar que otros construyan sus monopolios. Quizás hayas empezado a adquirir tus terrenos tarde pero si miras que uno de tus adversarios está a punto de comprar el ferrocarril que le falta, cómpralo antes (si caes en la casilla). De esta manera, podrás negociar con él después con un precio mayor.
Puede ser que sea una estrategia muy utilizada y casi un cliché, pero hasta los grandes campeones lo consideran como una de sus estrategias: adquirir los monopolios, las casas, los hoteles y esperar tranquilamente en la cárcel, en donde no tienes que pagar renta y sigues cobrando por las propiedades. Recuerda ser implacable en cada una de tus negociaciones, esto hará que la competición sea muy entretenida. No olvides tus nervios de acero y tus chocolatinas y refresco, en una sesión de alta intensidad de habilidad mental.
Cada partida es diferente, esto es lo que hace atractivo el Monopoly, ya que cada jugador apuesta por una estrategia especial o se deja guiar por su intuición ganadora.
El Monopoly está en el recuerdo de muchos usuarios, de madrugadas y de sábados en sesiones de compra y venta. ¿Qué esperas para desempolvar tu tablero y revivir esa emoción de ser un millonario de la industria hotelera o sentir el vértigo de perderlo todo?